Tras la divulgación de una fotografía que muestra a diputados de La Libertad Avanza visitando a represores condenados por delitos de lesa humanidad en el penal de Ezeiza, una de las legisladoras presentes en la imagen asistió a la sesión en la Cámara Baja este miércoles con un ejemplar del libro “Nunca Más”.

Se trata de Lourdes Arrieta, quien la semana pasada afirmó haber sido engañada para asistir a la polémica reunión y aseguró no saber quiénes eran las personas con las que se fotografió. “Fue una reunión a la que fuimos engañados un grupo de diputados. No puedo decir si todos lo sabían o no, pero en el caso de la diputada Bonacci y yo, comenzamos a hablar del tema porque en un momento estábamos angustiadas y entramos en un estado de shock”, declaró. Además, agregó: “Nací en 1993, no tenía ni idea de quiénes eran”.

La imagen se hizo pública tras semanas de especulaciones y versiones cruzadas, mostrando a Arrieta sonriente junto a cinco de sus compañeros de bloque y varios represores, entre ellos Mario “El Cura” Marcote, Alfredo Astiz, Miguel Britos, Honorio Carlos Martínez Ruíz y Raúl Guglielminetti.

En este contexto, su aparición en el Congreso de la Nación esta mañana no pasó desapercibida, especialmente por la forma en que llegó al parlamento: exhibiendo el libro de la Conadep (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas), que documenta los crímenes cometidos durante la última dictadura militar en Argentina entre 1976 y 1983.

Arrieta posó con el libro mientras cruzaba la calle Rivadavia desde el anexo de la Cámara de Diputados. La imagen capturada muestra varias anotaciones y marcadores, indicando una lectura detallada del contenido por parte de la diputada. Además, dentro del edificio, Arrieta continuó mostrando el libro y posando para diferentes medios.

Durante la sesión, Arrieta colocó el libro en su banca, dejándolo visible incluso después de que la sesión fracasara por falta de acuerdo para discutir el temario consensuado. La oposición culpó a La Libertad Avanza por la caída de la sesión, argumentando que no permitieron incluir en el temario del día un proyecto para condenar la visita de seis de sus diputados a los represores detenidos en Ezeiza.

La reunión entre los legisladores y los represores generó un fuerte impacto en la bancada oficialista. Varios diputados rápidamente tomaron distancia, y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, aclaró en varias ocasiones que no fue una actividad oficial, que no estaba al tanto de la visita y que se trató de “una actividad particular” de un “grupo minoritario de diputados”.